Tenemos Que Tener Un Sano Juicio De Nosotros Mismos.
“Digo, pues,
por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga
más alto concepto de sí que el que debe tener, sino qué piense de sí con
cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno”.
Tener una
autoestima saludable es importante, ya que algunos de nosotros nos consideramos
poca cosa y otros nos sobreestimamos.
La clave es
saber que debemos basar nuestra autoestima en nuestra identidad en Cristo.
Según las pautas eternas, sin Cristo no somos capaces de mucho, pero en él
somos valiosos y capaces de brindar un servicio digno. Si usted se autoevalúa
según las normas del mundo en cuanto al éxito y los logros personales, es
posible que llegue a tener un concepto muy elevado de sí mismo y no vea su
verdadero valor antes los ojos de Dios.
Todo creyente
recibe el don y los recursos exactos que necesita para cumplir su función dentro
del cuerpo de Cristo.
Debemos de
recordar que dentro de la unidad del cuerpo de Cristo hay diversidad de
capacidades, de dones y de servicios.
Lo que Pablo
quiere que nosotros aprendamos es entender que cada uno tenga un concepto
estimativo equilibrado, “De sano juicio” tanto del don recibido de Dios, como
del servicio encomendado y la capacidad personal para desempeñarlo.
Dios Te Bendiga.
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